viernes, 1 de febrero de 2008

De la música I

Muchas veces pienso: qué sería de mí sin la música.
Otras pienso: qué sería de la música sin nosotrxs.
Cuán importante es, ma broders and sistars, sistars and broders, que sepamos oir, y qué oir en cada momento.
En verdad que muchas veces el silencio es la mejor de las compañías.
Sin embargo, el cosmos, las amapolas, todas las cosas florecen musicalmente.
Nosotrxs lo mismo
Nuestro cuerpo hace música, todo es música.
nos ponemos exquisitos y decimos, oh mozart, oh pertxaman, oh fufuh selekta, oh pierre mondrian tocando el klarinete...
Pero a la hora de la verdad....
a la hora de la verdad uno puede hacer, pensar, discutir, escribir y sobre todo en este caso, oir lo que nos dé la gana.
Como cerdos...
en verdap que los cerdos saben oir
ellxs se lo comen todo
de ese todo generan un estiercol inmensamente riko
yo prediko el oir cerdil
que es el oído que escucha de todo
y a la vez prediko el oído de pez
ese oído que no oye nada
que está en el mar unidoa todo
y no oye sonidos como nosotrxs
sino ondas marinas
oh si, ma broders and sistahrs
la músika es alimento
y goce de los sentidos
la músika lo es todo
por esa razón cuando entro a un garito
o en la misma calle pasa un coche
o suenan mis tripas
o mis células kantan
todo ello es músika
sinfonía celestial
universal
desde un quasar atravesando el universo
hasta ese rallamiento político de una libélula
obtiendo su libertad